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En este se estudian las posibilidades de aprovechamiento de este sector y su hipótesis de crecimiento. Como respuesta a los análisis previos, se proponen dos fases de actuación: una primera, ocupando los 12.000 m2 referidos en el Plan Especial del Puerto de Málaga, y una segunda, extendiéndose paralelamente hasta el límite sur de la zona portuaria del Muelle 4.
El conjunto proyectado se compone de dos plantas bajo rasante para aparcamientos, un zócalo de dos alturas destinado a usos comerciales y una planta diáfana para disfrute ciudadano, y quince edificaciones en altura, de entre 6 y 18 plantas, que albergan los usos de hotel y oficinas, de las cuales seis se desarrollarían en la primera fase. La permeabilidad de la ordenación favorece la conexión del Ensanche Heredia con el puerto, promoviendo el espacio público y completando la oferta terciaria de la ciudad. El nuevo frente marítimo, acentuado por sugerentes y esbeltas torres, se revela como un área de oportunidad con capacidad para atraer nuevas actividades que desarrollen el talento y la inteligencia local y refuercen el perfil tecnológico de la ciudad.
El desarrollo de la primera fase, en la franja paralela al Muelle Heredia, contempla un techo edificado de 50.000 m2 que se dividen en un zócalo lineal para usos culturales y comerciales, actuando de espacio de intercambio entre la ciudad histórica y el puerto, y seis torres para oficinas. La arquitectura se singulariza a través de una doble piel de vidrio al interior y de lamas alabeadas al exterior para optimizar la eficiencia energética, aportando un fuerte dinamismo al conjunto.
