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Todo ello es fruto de la presentación al concurso formulado por la Universidad de Málaga, en colaboración con el ingeniero y paisajista Alfonso T. Calero López.
Este enfoque integral, como respuesta a unas necesidades y condicionantes complejos se plasma en los siguientes conceptos: jardín botánico, ocio y convivencia, arte y educación. Cada uno de estos estratos integra a su vez múltiples aspectos fundamentales: medioambiental, urbano-arquitectónico, socioeducativo, movilidad sostenible, representativo/institucional y de innovación tecnológica entre otros. Estos aspectos afines que comparten las cuatro capas son precisamente los que hacen de este proyecto un sistema sinérgico.
Tanto el proyecto del bulevar como los proyectos de las áreas libres adyacentes se han concebido como una combinación de dos tipos de zonas contiguas: las zonas de circulación y las zonas de estancia y relación.
Lindante a la red viaria, contaminada y ruidosa, se plantea un paseo en sobra, jalonado por una doble, triple o cuádruple alineación de árboles que proporciona un marco acogedor y confortable para pasear, desplazarse de un punto a otro del campus e incluso practicar running.
Además, paralelamente a éste, una serie de zonas de estancia y convivencia proporcionarán a los usuarios la tranquilidad y el sosiego que aporta el contacto con la naturaleza, que es en realidad el medio natural del hombre.
Así pues, el nuevo Parque del Arte y del Conocimiento, no es sólo un jardín botánico con función estética e higiénica, sino que mediante la incorporación de espacios para la cultura artística y la educación es capaz de propiciar una acción de cohesión social sobre la población universitaria (y también sobre los residentes y visitantes) a través de la creatividad y la innovación. Esta población gozará de los espacios previstos de estancia y relación dentro de la sensación tranquilizadora que propicia la naturaleza y con el confort que proporcionan las redes de movilidad sostenible que se desarrollan dentro y fuera del ámbito del proyecto.
Este gran espacio combina dos velocidades que se producen en el perímetro, la más rápida, como vía de conexión, y en el interior, como espacio de relajación, contemplación y estudio.
Por otro lado, este parque no es sólo un parque lineal en su conjunto, sino que se organiza en cuatro sectores relacionados entre sí y que se abren transversalmente a otros espacios de presente y/ o de futuro, haciendo que esta actuación sea capaz de derramarse en el futuro extendiéndose hacia su entorno más próximo.
Todo ello, se concibe en un espacio público de calidad, que ofrezca los servicios y las oportunidades que requiere una intervención de estas características, dotada de la necesaria adaptabilidad a usos diversos en el tiempo. La calidad vendrá garantizada por una alta tasa de tiempo de uso (no sólo por los estudiantes durante el horario lectivo, sino también por los residentes en el barrio fuera de ese horario y los fines de semana y periodos vacacionales y por el resto de los habitantes y visitantes de la ciudad); una gran diversidad (estudiantes, ancianos, niños, extranjeros…); una alta tasa de circulación y ocupación (accesibilidad y eco-movilidad); y unas altas condiciones de seguridad (propiciadas por los equipamientos educativos, culturales y de ocio y por su posición contigua a puntos intermodales de transporte).
En definitiva, el nuevo Parque del Arte y del Conocimiento, supone sin duda una revalorización del lugar y de su entorno próximo.
