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La ubicación resulta idónea por su proximidad al Campus de Teatinos de la Universidad de Málaga.
La propuesta presentada al concurso convocado por la institución educativa se resuelve ordenando cuatro volúmenes prismáticos en torno a un vacío interior, definido a la manera de un gran patio de relación entre los distintos edificios. Tres de los volúmenes se alinean a los linderos norte, este y oeste, quedando el cuarto retranqueado sobre el lindero sur para ordenar una extensa área ajardinada que cuenta con un auditorio al aire libre. Además, la intencionada liberación de la cota del suelo permite el uso intensivo de los espacios exteriores, propiciado por el buen clima de la ciudad.
Los criterios de sostenibilidad desde los que se concibe el proyecto son la base para la definición de una piel que tamiza las grandes superficies acristaladas de las distintas fachadas quebradas, favoreciendo la eficiencia energética y permitiendo una adecuada permeabilidad lumínica para el trabajo. En cada uno de los módulos destacan las cajas de escaleras envueltas por un cerramiento ligero metálico, que se convierten en grandes lucernarios de acusada verticalidad en las horas nocturnas.
